Cita:
una sombra surgió de la oscuridad del bosque. Se alzó ante royce. Era alta, tan dura y flaca como los huesos viejos, con carne pálida como la leche. Su armadura parecía cambiar de color cada vez que se movía, en un momento dado era blanca como la nieve recién caída, al siguiente negra como las sombras, o salpicada del oscuro verde grisáceo de los árboles.
El otro se deslizó adelante con pasos silenciosos. Llevaba en la mano una espada larga que no se parecía a ninguna que Will hubiera visto en la vida. En su forja no había tomado parte metal humano alguno. Era un rayo de luna translúcido, una esquirla de cristal tan delgada que casi no se veía de canto. Aquella arma emitía un tenue resplandor azulado, una luz fantasmagórica que centelleaba en su filo.
El otro se detuvo. Will le vio los ojos, azules, más oscuros y más azules que ningún ojo humano, de un azul que ardía como el hielo.
La espada transparente hendió el aire.
Los observadores aguardaban pacientes, silenciosos, sin rostro, el dibujo cambiante de sus delicadas armaduras los hacía casi invisibles en el bosque..