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El Capitán Henry y el cementerio del tiempo
El universo de Hellboy se expande una vez más, y esta vez de la mano del legendario Mike Mignola junto al veterano artista y guionista Bruce Zick (The Mighty Thor, Primordial). Juntos presentan una nueva miniserie de cuatro números titulada Captain Henry and the Graveyard of Time, una aventura que mezcla viajes temporales, criaturas oscuras y ese sabor gótico tan característico del Mignolaverso.
Una historia de oscuridad victoriana y dimensiones ocultas
La trama comienza en la Inglaterra de los años 1880, donde la excéntrica familia Whittier, junto al inconfundible Edward Grey, intenta liberar el espíritu atrapado de un tío fallecido. Para lograrlo, se lanzan a una peligrosa misión interdimensional que, como era de esperarse, no solo desafía la lógica, sino también al mismísimo tiempo. Porque aquí no se trata solo de fantasmas y monstruos: el tiempo es el verdadero enemigo.
Arte clásico y portadas de colección
Zick se encarga del arte interior y también de las portadas principales. Pero no está solo: habrá variantes ilustradas por Mike Mignola, Troy Nixey, Ben Stenbeck y Michael Wm Kaluta. Las primeras páginas compartidas por Dark Horse muestran un estilo detallado, con atmósferas cargadas de niebla, ruinas cósmicas y criaturas con tentáculos que parecen salidas de un mal sueño... o del escritorio de Lovecraft.
Un rincón nuevo del universo Hellboy
Aunque la historia se conecta con el Witchfinder Edward Grey, no es necesario haber leído todo el lore para sumergirse. La serie se perfila como una aventura contenida, ideal para nuevos lectores y una delicia visual para fans de la vieja escuela. Exploradores victorianos, tecnología esotérica, y el clásico toque de todo saldrá mal que tanto nos gusta.
¿Monstruos, portales y paradojas temporales? Qué podría salir mal…
Como siempre en este universo, si ves un artefacto arcano brillando, lo mejor es no tocarlo. Pero claro, si nadie lo hiciera, no tendríamos estos relatos deliciosamente turbios. Captain Henry promete viajes que desafían el tiempo... y probablemente también la cordura.
