USS Callister regresa con una nueva aventura espacial llena de efectos visuales

La odisea intergaláctica de USS Callister vuelve con más chispa ⚡
La nave insignia de Black Mirror regresa a las pantallas con USS Callister: Into Infinity, un episodio que dura lo mismo que una película pero con la intensidad de tres cafés seguidos. 😅 Ocho años después de su debut, los clones digitales siguen luchando por su libertad dentro de un videojuego que parece diseñado por un fanático de Star Trek con demasiado tiempo libre. Los actores Cristin Milioti y Jesse Plemons vuelven a ponerse los uniformes espaciales, aunque esta vez con mejores efectos especiales y, probablemente, más café en el plató.
Cuando un episodio parece un buffet libre de ciencia ficción
A diferencia de las series que estiran el chicle narrativo hasta romperlo, esta temporada opta por seis capítulos que podrían venderse como películas independientes. El primero, de noventa minutos, es tan denso como un agujero negro pero mucho más divertido. Aquí no hay relleno, solo dilemas morales, naves espaciales y suficiente CGI como para hacer llorar de emoción a un render farm. 💻
"Es como tener un truco secreto: la serie ya definió su propio lenguaje, solo hay que hablarlo con soltura", dice el supervisor de efectos visuales, James MacLachlan, mientras cruza los dedos para que no se caiga el servidor.

Gales se convierte en un planeta de mentira (muy convincente)
¿Necesitas un mundo alienígena pero el presupuesto no da para viajar a Marte? No hay problema: el equipo encontró la solución en una mina de cobre galesa. Con un poco de magia digital (y mucho software), transformaron túneles oscuros en un paisaje de ciencia ficción con dos lunas y un planeta anillado. Los actores, por su parte, fingieron asombro al ver pantallas LED en lugar de ventanas al espacio. 🪐
Las herramientas que salvaron (casi) todas las crisis
- Blender y Maya: para diseñar naves que ni Elon Musk podría permitirse.
- ZBrush: esculpiendo alienígenas como si fueran figuras de acción.
- Houdini: porque las explosiones no se simulan solas (lamentablemente).
- Unreal Engine: haciendo que los reflejos en pantallas LED parezcan reales y no un truco de espejos.
El resultado: 669 planos de efectos visuales que dejaron al equipo tan exhausto como un astronauta después de un maratón en gravedad cero. Pero valió la pena, o al menos eso dicen mientras toman su quinto café del día. ☕
Al final, todo salió bien... hasta la próxima temporada. Como dice el equipo: "Si algo falla, siempre podemos culpar a un bug y prometer arreglarlo en la próxima actualización". Y así, entre risas y píxeles, los espectadores apagan la tele, aunque algunos miran de reojo su router... por si acaso. 😉