Hongos rebeldes en The Last of Us y su ciencia cuestionable

Cuando los hongos decidieron que los humanos eran su nuevo hogar
En el universo de The Last of Us, los hongos abandonaron su cómoda vida como ingrediente de pizza para convertirse en los anfitriones más indeseados del cuerpo humano. La versión cordyceps de esta historia no se conforma con infectar insectos como cualquier hongo respetable, sino que muta para convertir personas en algo entre zombi y jardín vertical. Nunca más mirarás ese moho en la ducha con los mismos ojos.
"En este apocalipsis, los hongos no solo te matan, sino que redecoran tu cadáver"

La ciencia que fue y luego ya no tanto
La primera temporada jugó a ser la estudiante aplicada de biología, explicando pandemias y mecanismos de infección con cierto rigor científico. Para la segunda entrega, la ciencia parece haberse esfumado como un personaje secundario en un episodio de zombis. Lo que queda es:
- Hongos con mejor sentido de orientación que un repartidor de GPS
- Mutaciones que desafían más leyes que un político corrupto
- Una botánica apocalíptica que haría llorar a cualquier paisajista
El catálogo IKEA del fin del mundo
Las ciudades en la serie parecen sacadas de un concurso de jardinería extremista. Edificios que más que abandonados parecen macetas gigantes, coches convertidos en jardineras y parques que demostraron lo que pasa cuando dejas de podarlos por unos años. Es bonito, sí, pero plantea dudas existenciales:
- ¿Realmente los hongos redecorarían todo con tanto estilo?
- ¿Dónde consiguen esas enredaderas tan fotogénicas?
- ¿Hay algún hongo encargado del diseño de interiores?
Cuando el terror real era suficiente
Lo irónico es que la naturaleza ya ofrece hongos bastante aterradores sin necesidad de mutaciones fantásticas. Desde especies que controlan insectos como marionetas hasta aquellas que pueden dañar seriamente a los humanos. Pero la serie prefirió el camino del espectáculo, como si alguien transformara un documental de David Attenborough en un episodio de Los Power Rangers micológicos.
Al final, The Last of Us nos deja con una lección valiosa: los hongos pueden ser tus aliados en la cocina, pero en el apocalipsis, serán los peores roommates que puedas imaginar. Y eso que no hemos visto lo que harían con tu depósito de seguridad 🍄