La leyenda de Verónica: el ritual del espejo y las tijeras

La leyenda de Verónica: el ritual del espejo y las tijeras
Cuando el reloj anuncia la medianoche y la luna desaparece entre nubes espesas, un ritual ancestral emerge para quienes se atreven a desafiarlo. En la penumbra de un espacio íntimo como un baño o dormitorio, con solo una vela titilante como compañía, quien sostenga unas tijeras abiertas frente a un espejo y murmure nueve veces el nombre de Verónica liberará una fuerza que jamás podrá controlar. El cristal se empaña con un vaho no humano, mientras las sombras en los rincones se retuercen con intenciones gélidas. Cada repetición acerca más a la presencia, hasta que en la décima invocación tu reflejo es reemplazado por el suyo: ojos vacíos y sonrisa retorcida que augura locura o agonía eterna 👻.
El origen de una maldición perpetua
Verónica no siempre fue un espíritu vengativo. La historia relata que era una joven de melena oscura y mirada pura que, en una noche idéntica, participó en una sesión de ouija que terminó en catástrofe. Los espectros convocados se negaron a retirarse, y durante el caos, un espejo se astilló cerca de ella, segando su vida instantáneamente o arrastrándola a una dimensión alterna. Desde entonces, su alma atormentada merodea alrededor de espejos a la medianoche, anhelando que alguien repita su error para tener compañía en su suplicio infinito. Los testigos describen un frío que calcina los huesos y susurros que devoran la cordura, dejando solo rastros de demencia tras su paso.
Manifestaciones de su presencia:- Emparamiento sobrenatural: El espejo se nubla con un aliento que no pertenece a ningún ser vivo
- Distorsión de reflejos: Tu imagen es sustituida por la de Verónica tras la décima invocación
- Actividad ectoplásmica: Las sombras se agitan formando patrones amenazadores en la habitación
Quienes la han visto describen un frío que penetra los huesos y un susurro que carcome la razón, dejando solo ecos de locura en su estela.
Secuelas de invocar lo prohibido
Los supervivientes de un encuentro con Verónica quedan marcados permanentemente. Algunos amanecen con arañazos invisibles en la piel, otros desarrollan insomnio crónico al ver su rostro en cualquier superficie reflectante. Los menos afortunados enloquecen al instante, clamando sobre sombras perseguidoras y espejos que exudan sangre. Se rumorea que Verónica no se conforma con aterrorizar; ansía llevar a sus víctimas a su dimensión oscura, donde el tiempo se congela y el tormento es interminable. Las tijeras empleadas en el ritual pueden aparecer posteriormente teñidas de carmesí, aunque no haya lesiones visibles, un recordatorio silencioso de que ahora perteneces a su reino.
Consecuencias documentadas:- Marcas físicas: Arañazos y moretones sin explicación lógica
- Alteraciones mentales: Paranoia, insomnio y alucinaciones recurrentes
- Posesión residual: Objetos del ritual muestran señales de actividad paranormal
Reflexiones finales sobre el ritual
Si alguna vez sientes la curiosidad morbosa de probar este juego, considera que las tijeras no solo cortan el aire, también pueden tronchar tu estabilidad mental, y la vela no ilumina tu retorno, sino el precipicio del cual no habrá escape. Al menos, si pereces, tendrás compañía en la oscuridad perpetua. Esta leyenda sirve como advertencia solemne sobre los riesgos de interactuar con entidades sobrenaturales mediante rituales no consagrados, donde las consecuencias siempre superan la expectativa inicial 🕯️.