Las impresoras 3D de resina que usan pantallas LCD para enmascarar la luz UV tienen un componente con una vida útil definida. Este tipo de impresoras, comunes en la gama media, dependen de una pantalla LCD monocromática para proyectar cada capa del modelo. La pantalla filtra la luz UV de la fuente de iluminación, endureciendo la resina solo en las áreas necesarias. Este proceso se repite capa a capa para construir el objeto.


La vida útil limitada de la pantalla LCD

La pantalla LCD es un elemento que se degrada con el uso. Su vida útil típica ronda las 2000 horas de exposición a la luz UV intensa. Pasado este tiempo, los píxeles de la pantalla pueden empezar a fallar, lo que provoca defectos en las impresiones. Estos fallos se manifiestan como líneas, manchas o áreas que no se curan correctamente, arruinando los modelos.

El coste y la dificultad de reemplazar el componente

Sustituir la pantalla LCD no siempre es un proceso sencillo o económico. El usuario debe localizar el repuesto exacto, que puede variar entre modelos, y realizar un desmontaje que requiere cierta habilidad técnica. El precio del recambio, sumado al trabajo, a veces se acerca al valor de una impresora nueva de entrada de gama. Esta situación puede empujar a algunos usuarios a considerar comprar un equipo nuevo en lugar de reparar el antiguo.

Así que, mientras imprimes tus minis, la pantalla lleva su propia cuenta atrás silenciosa hacia el fallo final, un recordatorio de que en este hobby a veces se paga por adelantado y se paga después.