El agua Alcalina o Ionizada no equilibra el pH corporal de tu cuerpo
El agua que se vende como alcalina o ionizada promete equilibrar el pH del cuerpo, prevenir enfermedades y actuar como un potente antioxidante. Estos anuncios justifican un precio muy superior al del agua normal. Sin embargo, la ciencia no respalda estas afirmaciones. El organismo regula su acidez de forma estricta y automática. Cuando se bebe, el agua alcalina llega al estómago y su pH se neutraliza de inmediato por la acción de los ácidos gástricos. Por lo tanto, no modifica el pH de la sangre ni de los tejidos.
El cuerpo humano regula su pH sin ayuda externa
Los sistemas tampón del cuerpo mantienen el pH de la sangre en un rango muy estrecho y ligeramente alcalino, entre 7.35 y 7.45. Cualquier desviación importante de este equilibrio, llamada acidosis o alcalosis, es una condición médica grave que el agua embotellada no puede corregir. El estómago es naturalmente ácido para digerir los alimentos y destruir patógenos. Cualquier líquido alcalino que ingerimos se mezcla con este ácido clorhídrico, perdiendo sus propiedades alcalinas antes de pasar al intestino.
No existe evidencia científica para sus beneficios
Las afirmaciones sobre que este agua detoxifica, frena el envejecimiento o previene el cáncer carecen de estudios sólidos que las confirmen. Organizaciones de salud y nutrición señalan que una dieta equilibrada es suficiente para obtener los antioxidantes que el cuerpo necesita. Pagar un precio elevado por agua alcalina no ofrece ventajas para la salud comparado con beber agua potable normal. La hidratación es fundamental, pero el pH del agua que se consume es irrelevante para el pH general del organismo.
Beber agua alcalina es como intentar cambiar el color del océano echando un cubo de pintura. El sistema simplemente lo neutraliza y sigue su curso, mientras tu cartera se hace más ligera.
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