Dos cargueros colisionan en alta mar y sus capitanes presentan versiones contradictorias del suceso. Para esclarecer los hechos, un equipo forense implementa un pipeline de análisis tridimensional. Primero, escanea las áreas de impacto de ambos buques con un dispositivo FARO Focus, que captura con precisión la geometría deformada y los rastros de pintura transferida entre los cascos. Estos datos de nube de puntos se procesan en PolyWorks, donde los expertos miden y cuantifican las deformaciones del metal. Paralelamente, se extrae la información de los registradores de datos de viaje, las cajas negras navales.


La simulación reconstruye la dinámica del impacto

Con los modelos 3D ya analizados y los datos de velocidad y rumbo, se alimenta una simulación de dinámica de fluidos y estructuras. Se usa un software como Orca3D para modelar el comportamiento hidrodinámico y LS-DYNA para simular el impacto propiamente dicho. La simulación calcula las fuerzas involucradas y reproduce la colisión desde diferentes ángulos y velocidades. Al contrastar los resultados con las evidencias físicas reales, como la forma exacta de los abollones o la distribución de las marcas de pintura, se puede determinar qué escenario coincide con la realidad.

El análisis concluye y asigna responsabilidades

Este proceso forense técnico permite reconstruir los minutos previos al accidente con un alto grado de certeza. El informe final establece el ángulo de colisión, la velocidad de cada buque en el momento del impacto y, en última instancia, asigna las responsabilidades según las normas internacionales para prevenir abordajes. La evidencia digital en 3D se convierte así en un testimonio objetivo que resuelve la disputa entre las partes, siendo clave en procesos legales y de seguro marítimo.

A veces, la verdad no está en el fondo del mar, sino en un servidor de render.