Intel lanza su serie Data Center GPU Max, conocida por el nombre clave Ponte Vecchio. Este producto es la respuesta de la compañía para competir en el mercado de las GPU para centros de datos y supercomputación, un sector donde NVIDIA y AMD tienen una fuerte presencia. La arquitectura está diseñada específicamente para procesar cargas de trabajo intensivas de computación de alto rendimiento y para entrenar modelos de inteligencia artificial a gran escala.


Una arquitectura basada en chiplets

Ponte Vecchio se construye usando una innovadora arquitectura de chiplets, a los que Intel llama tiles. Este enfoque permite combinar diferentes bloques de silicio fabricados en distintos nodos de proceso dentro de un solo paquete. La estrategia busca optimizar el rendimiento y la eficiencia al integrar componentes especializados. El diseño prioriza un alto rendimiento en operaciones de punto flotante de 64 bits, una métrica crucial para las simulaciones científicas y de ingeniería más exigentes.

Enfocada en inteligencia artificial y supercomputación

La GPU está pensada para instalarse en sistemas de supercomputación como el Aurora del Laboratorio Nacional Argonne. Su objetivo es acelerar tareas de investigación que van desde modelar el clima hasta descubrir nuevos materiales. Al ofrecer un alto rendimiento en FP64, pretende ser una opción para los centros que necesitan una gran precisión numérica. Intel busca con este lanzamiento ofrecer una alternativa en un segmento de mercado que demanda un poder de procesamiento cada vez mayor.

Algunos en la industria observan con interés si este complejo mosaico de tiles logra ensamblarse sin problemas en la práctica, recordando que un rompecabezas mal encajado puede dejar lagunas de rendimiento.