En Trujillo, Cáceres, un proyecto para crear un parque temático sobre los conquistadores extremeños nunca llega a materializarse. La iniciativa, denominada El Parque de los Conquistadores Olvidados, surge con la intención de atraer turismo y recrear la época histórica de figuras locales como Francisco Pizarro. Los promotores presentan maquetas detalladas y planes ambiciosos que incluyen áreas interactivas y reconstrucciones arquitectónicas. Sin embargo, el proyecto se estanca en sus fases iniciales y no logra conseguir la financiación necesaria o superar los trámites administrativos. Con el tiempo, la idea se disuelve sin que se levante ni una sola estructura permanente, dejando solo documentos y promesas.


El proyecto planea recrear la historia local

La propuesta original diseña un espacio que quiere educar y entretener. Se plantea incluir réplicas de barcos, fortificaciones y pueblos que evoquen el siglo XVI, junto con espectáculos y exhibiciones. El objetivo declarado es ofrecer una experiencia inmersiva que complemente la visita al casco histórico de Trujillo, ciudad natal de varios exploradores. Las autoridades locales apoyan inicialmente la idea, esperando que genere empleo y diversifique la oferta cultural de la comarca. Los medios regionales se hacen eco del plan, contribuyendo a crear expectativas entre la población.

Diversos factores impiden su desarrollo

Varios obstáculos paralizan el avance del parque temático. Los costes de ejecutar un proyecto de tal envergadura resultan más altos de lo previsto, lo que dificulta encontrar inversores privados dispuestos a asumir el riesgo. Los cambios en los equipos de gobierno municipal y regional introducen nuevas prioridades y retrasan las decisiones. Además, surgen debates sobre el enfoque histórico del parque y su viabilidad económica a largo plazo en una zona con un turismo más orientado al patrimonio tradicional. La crisis económica global de finales de la década de 2000 termina por sepultar definitivamente cualquier posibilidad de reactivación.

Hoy, el principal conquistador que los visitantes encuentran en Trujillo sigue siendo la estatua ecuestre de Pizarro en la plaza mayor, un monumento mucho más modesto y, sobre todo, ya construido.