La empresa india Tata Electronics acuerda fabricar chips semiconductores para Intel. Este pacto establece que la compañía india operará como proveedor de fabricación para el gigante estadounidense. Intel actuará como un cliente potencial para las futuras plantas de producción de semiconductores que Tata construya en India. El acuerdo marca un paso significativo en la estrategia de India para posicionarse en la cadena de suministro global de chips.


El acuerdo invierte los roles tradicionales

Lo notable del acuerdo es que invierte la dinámica habitual entre empresas tecnológicas occidentales y asiáticas. En este caso, no es Intel quien fabrica para Tata, sino al revés. Tata Electronics, parte del conglomerado Tata Group, se encargará de producir los circuitos integrados que Intel luego podrá integrar en sus productos o vender bajo su marca. Esto refleja la ambición de India de desarrollar una industria de semiconductores autóctona y competitiva.

India busca un papel clave en la fabricación de semiconductores

Este movimiento se enmarca en los incentivos gubernamentales de India para atraer inversión en fabricación de semiconductores. El país quiere reducir su dependencia de las importaciones y asegurar un suministro estable de componentes críticos. Para Intel, colaborar con un socio en India es una forma de diversificar su cadena de suministro más allá de centros tradicionales como Taiwán o Corea del Sur, mitigando riesgos geopolíticos y de capacidad.

Así que, mientras algunos esperaban que Intel enseñara a Tata a hacer chips, resulta que será Tata quien ponga las fábricas y Intel quien pida por favor que le guarden un wafer.