Un modelo 3D del subsuelo rastrea un contaminante en un acuífero
Cuando se detecta un contaminante en un pozo de agua, el desafío es encontrar su origen. Para resolver este problema, los expertos construyen un modelo digital del subsuelo. Este modelo combina datos geológicos, sondeos y registros de pozos para representar las capas de tierra y roca. El objetivo es entender cómo se mueven los fluidos bajo tierra y trazar el camino que pudo seguir la sustancia nociva.
Los programas simulan el flujo subterráneo
Para procesar estos datos se usan herramientas especializadas. Leapfrog Hydro ayuda a modelar la geología en 3D de forma rápida. Luego, programas como MODFLOW o FEFLOW simulan la hidrogeología. Estos software calculan cómo se desplaza el agua y, con ella, el contaminante a través del acuífero. La simulación considera la porosidad del terreno, la pendiente natural del agua subterránea y las propiedades del contaminante.
Visualizar los resultados define la fuente probable
Los datos de la simulación se exportan a un visualizador como ParaView. Aquí se generan mapas, cortes transversales y animaciones que muestran la posible pluma de contaminación. Al retroceder en el tiempo virtualmente, se puede inferir el punto de origen. Este proceso forense vincula el hallazgo en el pozo con una fuente concreta, como una fábrica o un vertedero, y guía las acciones para remediar el daño.
A veces, el modelo revela que el verdadero culpable es una fuga antigua que nadie recuerda, demostrando que el subsuelo tiene mejor memoria que algunos administradores.
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