Atomik AM presenta una línea de trabajo donde el primer paso consiste en diseñar la materia prima antes que la máquina. La empresa desarrolla un aglutinante universal para impresión 3D en metal que sirve a sectores de motor, aeroespacio y energía. Su laboratorio también convierte chatarra de aluminio en piezas con más vida útil que la aleación original. Para quien modela mallas, es como reciclar polígonos y obtener un mesh más robusto sin subir el conteo de vértices.

Financiación para subir de nivel, sin DLC

La firma liverpoolense atrae capital con la promesa de ampliar plantilla y buscar nave más grande. Esto implica aumentar el equipo en un cuarenta por ciento y liberar espacio para nuevas líneas piloto. Traducido al argot de estudio: más estaciones de trabajo, menos turnos compartiendo la misma impresora y café para todos los shaders.


Lista breve para entender la jugada

  • Aglutinante universal: tinta que une polvo metálico en impresión 3D.
  • Reciclaje de aluminio: residuos pasan a piezas de larga durabilidad.
  • Tintas para sensores: impresión 2D que sustituye procesos con agua.
  • Meta inmediata: plantilla más grande y local con techos altos.


Cita que vale una textura

En Atomik AM la innovación empieza cuando el material decide el camino y la sostenibilidad guía cada paso, comenta la fundadora Kate Black.


Por qué interesa en un foro de 3D y VR

Cada avance en materiales expande el catálogo de assets físicos que luego se traducen a gemelos digitales. Con metales reciclados y tintas especializadas, se reducen pasos de fabricación y se simplifica la cadena de diseño–prototipo–producción. El resultado para la comunidad creativa: piezas más ligeras en la vida real y modelos más exactos en escenas virtuales, sin aumentar polígonos ni latencia.

Cuando la huella de carbono cabe en el viewport

Las estadísticas del sector industrial muestran emisiones elevadas, y los proyectos de Atomik AM apuntan a procesos con menos consumo de recursos. Al integrar soluciones que eliminan agua e insumos redundantes, se optimiza el pipeline físico igual que se optimiza una escena eliminando luces que no aportan. Así, la conversación sobre sostenibilidad deja de ser un filtro de Instagram y se convierte en una malla limpia lista para exportar a producción.