Una actriz en decadencia, un productor que la rechaza y una sustancia misteriosa que promete devolverle el brillo perdido. Así arranca The Substance, una película que mezcla drama, ciencia ficción y efectos especiales con un toque de laboratorio casero y algo de monstruosidad. El resultado no es solo un viaje emocional, también es una lección sobre lo que pasa cuando la belleza se mezcla con mutaciones poco recomendables.
Efectos con sustancia
Para dar vida (o algo parecido) a esta historia, el equipo detrás del film no se conformó con efectos digitales. Aquí entran en juego prótesis físicas, maquillaje especial y un traje llamado cariñosamente Monstro, que fue construido a mano antes de pasar por el escáner 3D como si fuera una momia moderna. Este traje es tan llamativo que merecería su propia secuela... o al menos un spin-off en TikTok.
Un trabajo colectivo muy bien escaneado
Los efectos no fueron cosa de uno solo. Varias empresas pusieron manos, ojos y computadoras a la obra: POP FX, dirigida por Pierre-Olivier Persin (que, por cierto, tiene un Óscar en la estantería), se encargó de la parte más pegajosa: prótesis y maquillaje. Clear Angle Studios se encargó del escaneo 3D, algo así como tomarle un selfie en altísima definición a todo lo que se movía. Y CGEV entró en acción con los efectos visuales finales, para que lo físico y lo digital no se pelearan demasiado.
Entre vísceras y píxeles
Durante una charla en el PIDS Enghien, el supervisor de VFX Chervin Shafaghi explicó cómo combinaron todo esto sin que se notara la costura. El vídeo, de casi una hora, muestra escenas detrás de cámaras que no son aptas para estómagos sensibles, sangre falsa, tejidos que se estiran, y cosas que deberían quedarse dentro del cuerpo... saliendo con mucho entusiasmo.
The Substance no solo juega con la narrativa, también te revuelve un poco el desayuno, lo podría haber dicho alguien después de ver el metraje.
El monstruo también quiere su minuto de fama
Monstro, el traje mencionado antes, merece mención aparte. Fue diseñado para moverse como un ser vivo, con capas y detalles que gritan yo antes era humano. Después de vestir a su actor, fue escaneado y digitalizado para añadir movimientos imposibles sin partirle la espalda a nadie. Si los monstruos tuvieran sindicato, este se llevaría el premio a Mejor diseño híbrido.
¿Una sustancia mágica o un aviso para no automedicarse?
The Substance no da respuestas fáciles, pero sí muchas imágenes memorables. Y aunque no se recomienda inyectarse nada sin receta, al menos esta película sirve como ejemplo de cómo mezclar efectos tradicionales con tecnología moderna para contar una historia que, aunque inquietante, resulta difícil de ignorar. Y si todo falla, siempre queda la moraleja: cuidado con lo que uno se pone en las venas… sobre todo si viene en frasco sin etiqueta.
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