Vilca se despierta, pero no en su cama ni en un hotel, sino en una celda. No recuerda cómo llegó allí ni si al menos había desayuno incluido. Solo sabe que no tiene referencias, ni reloj, ni idea del menú del día. Todo lo que le queda es un compañero de celda llamado Melnik, que tampoco parece estar allí por voluntad propia, aunque al menos tiene el detalle de no roncar.
El club de los encerrados
La historia gira en torno a este dúo forzado a convivir entre barrotes. La situación no es cómoda: es un espacio reducido, sin ventana, sin señal de móvil, y sin posibilidad de pedir pizza. Pero lo interesante es cómo cada uno sobrevive a su manera, lidiando no solo con el encierro físico, sino también con los barrotes invisibles de su mente.
No es otra historia de prisión
Aunque la premisa suene familiar persona atrapada en una celda, condiciones misteriosas, ambiente opresivo el enfoque que da el equipo de la ESMA evita copiar fórmulas viejas. Aquí no hay monólogos dramáticos con voz en off ni planes de fuga hechos con cucharas. Lo que hay es una tensión constante y un juego visual y sonoro que transforma cada escena en una experiencia que parece sacada de La cuarta dimensión.
Cuando el diseño también habla
La animación no es solo un adorno bonito, es parte de la historia. Los rostros tensos, las sombras persistentes y los sonidos agobiantes acompañan cada momento como si la celda también opinara. El diseño de los personajes y el sonido se mezclan para dejar claro que aquí, hasta el silencio tiene algo que decir. Spoiler: no es nada alegre.
Un encierro hecho en equipo
Este cortometraje es el resultado del trabajo colectivo de varios estudiantes de la ESMA. Y como en toda buena fuga bien pensada, cada uno tenía su especialidad: dirección, animación, sonido, música. A falta de cinceles y túneles, lo que cavaron fue una historia que golpea, aunque no uses gafas de realidad virtual.
Un protagonista que se despierta encerrado
Un vecino de celda tan perdido como él
Una atmósfera que recuerda a series como Babylon 5 y The Outer Limits
Una mezcla de escape mental, drama psicológico y ambientación siniestra
Un corto que parece más largo por todo lo que dice sin decir mucho
Cita que vale la pena
Nos propusimos contar algo más que una historia de prisión: queríamos mostrar qué ocurre cuando te encierran sin siquiera saber por qué.
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